jueves, 18 de septiembre de 2008

La mujer del interior de mis parpados.

Otra vez me ataca,trato de escabullirme y su recuerdo no me deja, busco mantenerme al margen de la locura y no puedo, la tengo muy cerca y huele bien, de su cabello sale un aroma a shampoo herbal que deja extasiado a mi olfato.

Estoy en mi cuarto frente al computador y no puedo evitar que mis dedos se muevan al ritmo que ella manda, hay cierta ligereza en los "tac tac" de los dedos en el teclado, algo más que la normal torpeza que me hace frenar cuando no encuentro una letra.


Se mete en mi cabeza, sale, juega a mi alrededor, su sonrisa me ciega. Pierdo las teclas y una vez más debo frenar y respirar. El blanco de la pantalla me absorbe de nuevo y mis recuerdos empiezan a irse de su bando, me acechan y la siento cada vez más cerca.

¿Qué hago?, quiero jugar con ella y no puedo, está y no está, y eso me parece extraño, su cabello aún huele y mi existencia no la logra ubicar, escucho su risa y cuando la busco no puedo encontrarla. Cierro los ojos y allí está, en mi conciencia, detrás de mis párpados, no se donde exactamente, pero ahí está viviendo dentro de mí. Al instante me duermo despierto y me voy con ella. juego, floto y no paro de mirarla, vuelve una vez más a envolverme entre sus cabellos finos como hilos, esos cabellos marrones que se levantan furiosos cada vez que salta en mi conciencia dormida.

No siento dolor, no siento frío, todo es tan real, me quiero quedar en esa pseudo realidad interior que tanto me conforta, que lindo sería vivir para mirarla
sonreír, que lindo sería poder estar con ella dentro de ese sueño raro que me da un rato de felicidad dentro de tanta pesadumbre.

Ya no me aturde, ya no parece activa, ahora es más sumisa, se ha vuelto tierna, ¡oh locura ahora empiezo a conocerte! y a entender que no eres más tímida de lo que pensaba.

Te pido un favor locura, matame porque no quiero volver a pensar que tendré que cerrar los ojos para encontrar la paz que he encontrado, paz que solo llega con la figura de ella, con el arco de sus labios cuando sonríe, con el olor de su cabello. Creo que no podré hacer esto siempre, algún día mi memoria me engañará y no me mostrará la silueta que me hace sumergirme en un mar de fantasías, y que me deja allá cerca de los ángeles mientras la pienso.

Locura no desaparezcas, porque la felicidad solo se consigue con dolor (como lo dijo Beto Cuevas) y el dolor que siento cuando despierto de mis eternos sueños concientes me dice que debo esforzarme más, para hacer real a esa mujer que se aparece tras mis párpados cuando los cierro. Prometo a mi espíritu que me convertiré en un pensamiento, solo para poder amar a esa mujer del interior de mi retina, me esfumaré y un día dejaré de existir, me desintegraré y algunos me llorarán. Pero yo ya me habré partido a un lugar que recuerdo estuve allí, un lugar floreado en donde aquella mujer que vive detrás de mis párpados se me está esperando.