martes, 4 de noviembre de 2008

Solo te veo en sueños (Quiero que mis días sean noches, para soñarte más)

La casa estaba iluminada, era de noche, sentía un frío que me hacia frotar las manos, aquel frío me transportó a mi infancia podría tener 11 años, cuando pasaba vacaciones en un lugar del mundo, fue un recuerdo corto pero evocador. Volviendo a la realidad; estaba sentado en uno de los muros del patio, unos que estaban cerca de la cocina, las viejas no estaban cerca, la verdad no se porqué, ya que ese era un lugar concurrido por ellas a esa hora.

Me asomé entre las dos puertezuelas que limitan el patio con la sala, y pude ver que Nieves, Brisa y Amor estaban allí viendo televisión, de pronto apareciste tu tras de mi y me tapaste los ojos, tus manos estaban más suaves de lo normal, a tientas agarré tus piernas y luego palpé tu rostro y te reconocí, solté tus manos de mis ojos, giré y te vi, estabas radiante, más bonita, más mujer, y de nuevo me encantaste, o más bien intensificaste el conjuro con el que me tienes loco desde que te conozco.

Llevabas unos jeans, una blusa corta blanca de corte deportivo y unos tenis totalmente blancos. Tal vez era maricada mía pero te veía despampanante, parecías aquellas modelos que las graban con sus cabellos revoloteando en el aire a causa de los abanicos, solo que yo te veía en cámara lenta. Creo que describir lo que siento siempre que me topo contigo a menos de un metro de distancia es tratar de que mis células hablen, tratar que mi corazón traduzca sus latidos, es como gritar que me siento feliz, nervioso, excitado, alegre, contento, embelezado, hechizado, enamorado. Buscar que el sólido nudo que se me hace en la garganta salga y te explique que hay un periodo de ebullición dentro de mi y que no lo puedo calmar. Sencillamente es difícil.

Te estaba mirando fijamente a los ojos y sobre todo tu sonrisa. Creoi que me puedo dormir en tu sonrisa, es más quisiera vivir en ella pues pienso que es el mejor arco labial que he visto en la vida. Y mientras te miraba empezaba a irme del mundo y poco a poco iba entrando en ti, buscando ser uno contigo, pero no, tuve que esperar porque era el momento de actuar. (Y pensar que todo eso pasó en 4 segundos).

No pudimos más y nuestras miradas se acercaban y por instinto juntamos nuestros labios y nos fundimos en un beso profundo, lleno de ternura y delicadeza, mis manos estaban en tu rostro y las tuyas colgaban y algunas veces me agarraban del abdomen. Te abracé fuertemente y nos miramos, era extraño, ya el frío no era frío y justo cuando te iba a hablar una luz encandiló mi vista y te me fuiste borrando, sentí que te me esfumabas de las manos, me sentí indefenso, triste, rabioso, acongojado, solo, burlado, golpeado, engañado, enamorado.

Era la luz de una ventana, estaba en la casa de una amigo donde habíamos tomado la noche anterior, me quedé pensando y mi cabeza daba vueltas y me preguntaba ¿Qué hago con otra persona que no eres tu?, ¿A qué juego?, ¿Será que existe un único amor?, ¿Será que yo viviré para ser tuyo y tu mía?, ¿Si sigo avanzando en esta relación es posible que después esté atado a ella de alguna forma?, O ¿Será que alguien en el mundo está soñando conmigo, pensando en que soy todo para ella, tratando de resolver su vida, su corazón?. ¿Será que tu y yo seremos felices juntos, o tendremos que vivir separados por todos los tipos de distancias que existen? ¿Será que soñaré de nuevo contigo? ¿Será que te sientes igual que yo al no tenerme a tu lado?

Aún no entiendo el amor, pero me haces mucha falta, y te necesito. Sin embargo solo puedo convulsionar y canalizar lo que siento por este medio.

lunes, 3 de noviembre de 2008

El infierno es mejor de lo que pensaba

Aún exhalo, la respiración me falta, pero sigo escribiendo. Lo conocí aún que no lo crean y hasta su apariencia es agradable. ÉL no es rojo, y es más amable de lo que pensaba, no tiene cachos ni cara enfurecida y la maldad de la que dicen que tiene…, Creo que yo llevo más por dentro.

Nunca pensé estar en esta situación de muerte, pero es más agradable de lo que muchos piensan. Solo me bastó usar mi vista para darme cuenta que el mundo no se basa en aquel relato que cuentan los ancianos, donde nos dicen que debemos ser hermanos y que todos estamos para ayudarnos.

La maldad reina por todos lados: en los pecados, en el permiso que no pediste, en el compromiso que no cumpliste, en la vida que dejaste. Ahí están empaquetados todos ellos.

Seguir sin respirar me importa poco, quizás las palabras que lean sean los últimos 40 segundos de respiración que tengo, y seré concreto. No espero nada del mundo, pues nada me ha dado, explico (Padres, familiares, amigos; si ellos están. La pregunta es quien hace falta. Ya no importa pues solo me espera lo peor, que aclaro, pienso es lo mejor para mi.)

Nadie espera encontrarse con aquel hombre de cachos largos, mirada furiosa y cuerpo deforme. Yo lo hice y cruzamos algunas palabras.

Me prometió paisajes, árboles frondosos, pajarillos que cantan todo el día, agua cristalina corriendo por los riachuelos. En fin “Fue el paraíso, el que nunca otra deidad me dio, solo espero, este último personaje no me engañe como todos lo han hecho”.

El demonio a quien todos dicen odiarlo, es más sano que aquellos que se quedan sin tomar los viernes. Es simplemente las ganas de brotar maldad y ser irreverente ante la vida, cosa que algunas veces no te da razones para que sigas siendo su amigo.

Estoy en su bando, y ya los ángeles me reciben con agasajos y regalos, el terreno no es tan caliente y es tranquilo, la tierra es roja y el cielo gris, pero tiene su gracia.

Lo conocí sin querer, sin tratar de estar allí. Ahora me entrego a su legión de demonios, que rondan por las cabezas de todos. Rondan cuando fallamos, cuando nos sentimos mal, cuando duele, cuando sangra, simplemente cuando encontramos que la vida no trae mayor cosa.

Para todos aquellos rezagados y débiles he aquí un servidor más. Aún no tengo rango porque soy reciente, pero ya tengo la confianza de aquel que reina cuando el miedo se apodera de la conciencia.

Fui bienvenido al infierno, y de igual forma les extiendo las puertas a todos aquellos que piensan que siempre hay una enseñanza en las cosas que pasan. Lo anterior es el aspecto más risible que haya escuchado

Los espero, en compañía de los pensamientos moribundos que rondan mi cabeza, aquellos que no tienen razón de ser, pero si mucho que corromper y analizar.

Bienvenidos a mi averno.